Agorafobia: síntomas, tratamientos, diagnóstico y más

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¿Qué es la agorafobia?

La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad. Una persona con agorafobia teme abandonar los entornos que conoce o considera seguros. En casos muy severos, una persona con agorafobia considera que su hogar es el único lugar seguro intentando evitar salir de su casa por días, meses o incluso años.

La palabra agorafobia proviene del griego y significa “miedo al mercado”. En términos generales, los lugares públicos ocupados (como los supermercados, centros comerciales, tranvías, trenes, aviones y aeropuertos) son los más temidos. Sin embargo, cualquier lugar público, incluso una iglesia tranquila o un parque vacío, puede parecer amenazante para una persona que padece agorafobia.

Por lo general, la agorafobia a menudo comienza como una leve ansiedad sobre un evento, lugar o situación en particular que se intensifica con el tiempo y se convierte en un temor generalizado de estar en público. Los expertos en salud mental creen que la raíz de la agorafobia es el miedo a las sensaciones físicas y mentales de ansiedad y, a menudo, de pánico o de perder el control o avergonzarse. Una persona con agorafobia no está dispuesta a visitar lugares “inseguros”, porque teme que al hacerlo sienta ansiedad o un ataque de pánico.

Síntomas de la agorafobia

Los síntomas y signos de la agorafobia pueden incluir:

  • Ansiedad en respuesta a estar lejos de un entorno que se considera “seguro”
  • Baja autoestima y pérdida de confianza en uno mismo
  • Renuencia a abandonar la casa o aventurarse más allá de los alrededores familiares
  • Depresión
  • Síntomas de ansiedad significativa como un ataque de pánico, dificultad para respirar, sudoración, mareos, ritmo cardíaco acelerado, sensación de asfixia, náuseas y sentimientos de temor extremo

La agorafobia se desarrolla con el tiempo

La agorafobia por lo general comienza con un evento estresante. Por ejemplo, cuando una persona pierde su trabajo o cuando su relación termina. Se sienten angustiados y limitan su contacto con el mundo exterior (esto se llama ‘conducta de evitación’). A medida que pasa el tiempo, la persona puede considerar cada vez más a los lugares públicos como ‘fuera de sus límites’ hasta que eventualmente se confinan en su hogar.

En otros casos, un evento de vida estresante desencadena un ataque de pánico y debido a que los ataques de pánico son tan desagradables, la persona puede desear evitar cualquier situación o lugar que crea que podría desencadenar otro ataque.

Complicaciones de la agorafobia

Si no se trata, la agorafobia puede reducir severamente la calidad de vida de una persona. Por ejemplo:

  • Las actividades fuera del hogar como el trabajo, la escuela, la socialización, pasatiempos y muchas formas de ejercicio están fuera del alcance.
  • Las dificultades financieras, el aislamiento, la soledad y el aburrimiento pueden generar mayores sentimientos de angustia y aumentar el riesgo de depresión.
  • La persona puede tratar de controlar el trastorno usando métodos poco saludables (como con ciertos alimentos nocivos, las drogas o el alcohol), lo que a su vez puede causar o contribuir a problemas de salud adicionales.
  • La persona puede reconocer que su miedo es irracional, pero siente impotencia para hacer algo al respecto. Pueden sentirse enojados y frustrados consigo mismos. Estos sentimientos negativos dañan la autoestima y contribuyen a la depresión y otras ansiedades y temores.

Diagnóstico de agorafobia

El diagnóstico generalmente se basa en los síntomas informados por la persona. Sin embargo, el médico puede realizar una serie de exámenes médicos para asegurarse de que los síntomas no sean causados ​​por una enfermedad física subyacente. El médico puede sugerir la derivación a un psicólogo o psiquiatra para una evaluación y un tratamiento posterior.

Tratamiento para la agorafobia

La agorafobia responde bien al tratamiento. Las opciones de tratamiento sugeridas por su médico o terapeuta dependerá de sus circunstancias y preferencias, pero pueden incluir lo siguiente:

  • Un curso de medicamentos, como antidepresivos o medicamentos contra la ansiedad
  • Terapia cognitivo-conductual y desensibilización
  • Terapia de asesoramiento y autoestima
  • Entrenamientos de relajación
  • Grupos de apoyo
  • Instrucciones en métodos de autoayuda.

Métodos de autoayuda para controlar la agorafobia

La clave para vencer la agorafobia es aprender a controlar los síntomas de ansiedad y progresivamente adentrarse en las situaciones que temes.

Guíese por su médico o terapeuta, pero las sugerencias generales de autoayuda incluyen:

  • Respirar lentamente: la hiperventilación (respiración demasiado rápida y superficial) empeorará los síntomas de un ataque de pánico. Conscientemente ralentice su respiración. Concéntrese en expandir su abdomen, no su pecho, con cada inhalación.
  • Use técnicas de relajación: aprender a relajarse puede incluir métodos como la meditación, la hipnoterapia o el ejercicio regular. Es posible que deba experimentar para encontrar el método o los métodos de relajación que mejor funcionen para usted.
  • Averigüe sobre su condición: superar la agorafobia implica comprender cómo la ansiedad afecta la mente y el cuerpo.
  • Cambie su estilo de vida: puede ayudar a limitar o evitar la cafeína, el alcohol y ciertos medicamentos. El ejercicio regular quema los productos químicos del estrés y se sabe que reduce los niveles de ansiedad.