La tendinitis aquílea (también conocida como tendinitis del talón de Aquiles) es la lesión de la banda de tejido (tendón) que corre por la parte posterior de la parte inferior de la pierna hasta el talón.
La tendinitis aquílea puede dificultar el caminar y puede afectar a cualquier persona, pero particularmente a los individuos que realizan actividades que implican correr y saltar.
Los tendones ayudan a los huesos y a las articulaciones a moverse cuando sus músculos se contraen. Su tendón de Aquiles es el tendón más grueso del cuerpo. Conecta el músculo de la pantorrilla con el hueso en el talón del pie. Esto le permite ir de puntillas o avanzar cuando camina, correr o subir escaleras.
Usted puede obtener tendinitis aquílea a través de una lesión específica o por el uso excesivo de esta zona del cuerpo. El tendón puede deteriorarse gradualmente con el paso del tiempo.
Síntomas
Los principales síntomas de la tendinitis aquílea son:
- Aumento del dolor y la rigidez en la parte posterior del tobillo.
- Hinchazón en el tendón
- Se produce ruido de crujido (crepitación) al mover el tobillo.
- El dolor puede ir y venir.
Por lo general el dolor es peor a primera hora de la mañana o después de haber hecho cualquier ejercicio o actividad. Su tendón de Aquiles puede sentirse rígido cuando se levanta por primera vez o si no se ha movido por un tiempo. La rigidez puede disminuir cuando empiece a moverse de nuevo.
El dolor súbito en el talón o la pantorrilla, que rápidamente se hincha, magullado y dolorido, puede significar que el tendón se ha roto. A esto se le llama ruptura del tendón de Aquiles. En este caso debe obtener atención médica urgente.
Su médico de cabecera o fisioterapeuta le preguntará acerca de sus síntomas y le examinará su pierna, talón y tobillo. Una serie de movimientos o ejercicios les ayudará a ver qué tan bien puede mover su pierna. Pueden apretar el músculo de la pantorrilla para comprobar el movimiento de su pie.
También pueden preguntarle acerca de su historial médico y descartar otras causas o condiciones. Además su médico general puede remitirlo a un fisioterapeuta o a un experto en medicina deportiva.
En el caso de que usted tenga una condición subyacente, puede ser remitido a un cirujano ortopédico el cual se especializa en la cirugía de hueso así como a un reumatólogo que se especializa en la artritis y otras enfermedades que afectan a los músculos y los huesos.
La tendinitis aquílea se hace más difícil de tratar cuando todavía no se ha obtenido un diagnóstico. El tipo de tratamiento dependerá de lo grave que sea. Generalmente, usted debe ver una mejora después de tres meses.
Tratamientos
Medicamentos
Si necesita alivio del dolor, puede tomar analgésicos sin receta, como el paracetamol. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno también pueden ayudar con el dolor. Sin embargo, la tendinitis aquílea es un problema degenerativo, no inflamatorio. Así que trate de no tomar AINEs por mucho tiempo.
Siempre lea el folleto de información del medicamento y si tiene alguna pregunta, consulte con su farmacéutico.
También existe un tipo de parche de nitroglicerina (Parche transdérmico de nitroglicerina) el cual se puede poner en la zona afectada. Esto puede reducir el dolor y fortalecer su tendón de Aquiles para que pueda moverse más fácilmente.
Si está tomando antibióticos, hable con su médico. Esto es porque usted podría estar tomando un antibiótico que pertenece a un gran grupo llamado las quinolonas. En este caso, se recomienda que deje de tomarlo inmediatamente si tiene tendinitis aquílea ya que existe la posibilidad de que empeore su condición. Su médico de cabecera puede aconsejarle sobre el tipo de antibiótico que está tomando y si necesita suspender o cambiar su medicamento.
Terapias Fisicas
- Los fisioterapeutas son profesionales de la salud que se especializan en mantener y mejorar el movimiento y la movilidad.
- La fisioterapia puede ayudarle a fortalecer y estirar su tendón de Aquiles.
- Su fisioterapeuta le puede dar ejercicios para que los realice todos los días. Estos pueden incluir “ejercicios excéntricos” que incluyen estiramiento y movimientos de bajada con el talón. Estos ayudan a reducir el dolor y hacer que su tendón funcione mejor.
- Su fisioterapeuta también puede ayudarle a corregir problemas con su postura y la forma en que camina así como recomendarle que use “férulas nocturnas” para que pueda sostener sus pies en una posición mejor mientras duerme.
Tratamientos no quirúrgicos
Si su condición no ha mejorado después de seis semanas, es porque posiblemente tiene tendinitis aquílea crónica.
Su fisioterapeuta o especialista en medicina deportiva puede recomendarle lo siguiente:
- Terapia de ondas de choque extracorpóreas. Consiste en una máquina que pasa ondas de choque a través de su piel al área afectada de su tendón. Es posible que necesite varias sesiones.
- Inyecciones de plasma rico en plaquetas o sangre (PRP). Estos utilizan parte de su propia sangre que es rica en factores de crecimiento y que puede ayudar a su tendón de Aquiles a sanar más rápido. El ultrasonido puede guiar la sangre o el plasma hasta donde es más útil.
- Terapia láser de bajo nivel. Esto puede ayudar a reparar el daño al tendón.
- Aguja seca. Una aguja fina estimula el proceso de curación y también puede aliviar la presión sobre el tendón.
Cirugía
La cirugía puede ser una opción si otros tratamientos no han funcionado después de varios meses, especialmente si sus síntomas están afectando seriamente su vida cotidiana.
Su médico de cabecera puede referirlo a un especialista en cirugía de pie y tobillo. Es posible que desee hacer una exploración para comprobar el estado de su tendón.
La operación puede involucrar la eliminación de áreas dañadas de su tendón y la reparación de lo que queda. El cirujano puede necesitar usar tejido de más arriba de su tendón de Aquiles, o de otro de sus tendones, para hacer estas reparaciones. La herida puede tomar tiempo para sanar y dejar cicatrices.
¿Qué personas están en riesgo?
- Usted está más en riesgo de tendinitis aquílea si:
- Tiene antecedentes familiares con la condición
- Tiene antecedentes de lesión de tendones o músculos
- Tiene una condición de salud como la artritis, la diabetes o la presión arterial alta
- Tiene obesidad
- Tiene altos niveles de colesterol
- Toma un antibiótico perteneciente al grupo de quinolonas
Sus pies y la forma de caminar hacen la diferencia también. Llevar el tipo equivocado de zapatos, o algunos que no encajan correctamente también provocan daño a su tendón de Aquiles. Si es mujer y utiliza tazones altos le causará más daño aun al tendón.
Correr es uno de los mayores causantes de esta condición, pero cualquier actividad que implique saltar (como bailar, tenis o baloncesto) puede dañar su tendón. Los problemas adicionales pueden ser causados por:
- Calzado inadecuado
- Malos hábitos, como aumentar repentinamente la cantidad de ejercicio
- Mala postura o alineación
- Superficies duras, resbaladizas o de alta fricción
- Condiciones climáticas extremas, particularmente el frío